LA PALABRA APRENDIDA
Lo que recuerda el hombre al final de su edad
es al niño que fue, absorto en el asombro.
Lo que pudo ser éxito en su vida es algo que ha
olvidado
o que no le interesa recordar. Lo que vale realmente
de todo lo vivido es la alegría efímera, el placer más
fugaz,
la palabra aprendida para nombrar las cosas
por primera vez, el eco de la voz que la pronuncia,
el sigilo del gato, la sombra de unas alas,
el aroma primero del azahar y el canto
de algún sonoro pájaro en las ramas.
Lo que recuerda el hombre al final de su edad
es sólo aquel tesoro de lo que ya no es:
la inocencia arrasada que, si fuera posible,
sería, solamente, a lo que pediría regresar
Juan Domingo
Argüelles
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| Fotografía de Rubén García Colsa |
7 comentarios:
Un recuerdo que haya marcado mi infancia... No mentiría si digo que mi infancia solo se ha basado en buenos momentos, malos también como para todo, pero cuando pienso en mi, en lo que he cambiado, solo me vienen a la cabeza buenos instantes. También cuando pienso en años atrás me veo acompañada con dos amigas Cristina y Lucía, las que siempre han estado allí, las que no fallan. Juntas, hemos hecho la comunión y también la celebramos en el mismo restaurante, con payasos e hinchables. Pero creo que de las cosas que me han marcado mas han sido todos los años que me he ido de vacaciones con mi amiga Cristina, nos hemos recorrido España juntas, y en 4 años que nos hemos ido de vacaciones han pasado tantas cosas, tantos momentos inolvidables... y esas cosas son las que te hacen darte cuenta de que no se necesita mucho dinero ni cosas materiales para ser feliz, simplemente personas especiales que llegan a tu vida que se quedan en ella y que con suerte nunca se irán. No puedo concretar mi momento más especial, porque todos esos momentos tienen su magia su razón por la que están ahí, y su razón por la que no deben de ser olvidados.
3ºA Angela López
Mi infancia esta entera marcada de buenos momentos, no sabría decir uno en particular porque tengo tantas experiencias vividas a lo largo de mi niñez... Por supuesto, hay cosas que me marcaron más que otras, porque a habido buenos y malos momentos, como en todo. Aunque hay uno que nunca me olvidare, solo tenía cinco años y fue de los días más felices de mi vida, cuando aprendí a montar en bici. Llevaba toda la mañana intenta dolo,y nada. Era incapaz de aprender a pedalear sin caerme. Después de mucho tiempo sufriendo por conseguirlo, cogí confianza y deje de usar la pared como apoyo, me lance hacia delante con todas mis fuerzas y, como por arte de magia, me di cuenta de que estaba montando en bici. Ha sido el primer reto 'importante' que me he propuesto en mi vida y he conseguido.
Yo también tengo muy buenos recuerdos de mi infancia, no sé si puedo elegir un momento concreto, pero si un sentimiento, esa ilusión cada día al levantarse de querer cumplir tus sueños y a la noche si no los has cumplido pensar “mañana lo conseguiré”, esa felicidad del día a día que sientes sin querer, sentir emoción incluso de ir al colegio, de esos pequeños momentos que forman nuestras rutinas.
Creo que uno de los momentos que marcan la infancia de cualquier persona, no sólo la mía, son los Reyes Magos. Cuando pierdes el sentimiento de creer que existen, pierdes la infancia.
Una de las cosas que más echo de menos sin duda es ese miedo todos los días del año de no querer portarte mal por si te ven los Reyes y te traen carbón al año siguiente. Esa ilusión de escribir la carta con todos tus deseos y enviarla casi un mes antes para que les llegue a tiempo a “las majestades”. Esa prisa por acostarte cuanto antes después de la cabalgata. Esa inquietud al despertarte cada 6 de Enero y pensar “¿Qué me habrán traído este año?”. Esa felicidad espontánea el día después de las vacaciones cuando vas y les cuentas a todos tus amigos lo que te han traído. Esa ilusión que se vive cada día del año pensando en el siguiente.
Nuria Rivas Fuente 3º A ESO
Un recuerdo que tengo de mi infancia es el día de reyes, llegar a casa de mis abuelos y ponernos todos los primos en fila, de menor a mayor, en la puerta del salón. Entonces llegaban mis abuelos y decían "ya estáis todos, vamos a ver quien ha sido bueno este año" y abrían la puerta, entrábamos en el salón y en los sofás estaban envueltos regalos y encima de ellos una etiqueta con el nombre de cada uno, recuerdo correr a buscar la etiqueta en la que ponía mi nombre...
Sobre todo recuerdo esas noches de fin de año con toda la familia de mi padre (somos 50 o así) compitiendo a ver quien consigue comerse las uvas a tiempo y cuando no podemos, decir feliz año con la boca llena de uvas sin que se te caigan al suelo, ese sin duda es uno de mis mejores momentos de la infancia, la pena es que ya no lo hacemos desde que faltan mis abuelos paternos.
Alejandro Trueba 4ºa eso
Tengo muchos recuerdos buenos de mi infancia pero si tendría que destacar alguno serian los veranos en casa de mis abuelos, jugando con los perros, paseando por ahí y como todos los abuelos siempre me estaban comprando cosas.
Recuerdos de mi infancia... muchos y casi todos buenos. Uno de los recuerdos mas graciosos que tengo fue cuando una noche tuve que cenar salchichas con kepcup, las odiaba, y me puse a llorar porque no las quería comer, entonces mis padres me dejaron sola en la cocina y me dijeron: hasta que no acabes no sales. Yo me quede allí sola, contemplando las salchichas, estaba cansada y tenia sueño. Al de un rato vino mi madre a ver que tal iba y me encontró dormida encima del plato y con la cara llena de kepchup...Cosas que solo pasan cuando eres pequeño.
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