"Y se sentó solo en una gran casa vieja y abandonada, y prestó oídos al ruido hueco de un enorme y vetusto reloj de pared que marcaba las horas. Se limitaba a observar con la boca cerrada, sin apartar la vista, el avance de las manecillas. Y con sus sentimientos guardados en el vacío de su corazón, envueltos con una especie de fina membrana, fue envejeciendo constante e inexorablemente a cada hora que pasaba.”
Haruki Murakami Los años de peregrinación del chico sin color
Fotografía de Sandra Amor |
A lo largo de la vida, es inevitable experimentar situaciones dolorosas que provocan dolor y melancolía. Ya has visto cómo lo ha plasmado Murakami. Esta semana se trata de expresar, en un texto breve y a través de una metáfora, el sentimiento de la tristeza.
9 comentarios:
Solo, en el frondoso bosque, dónde ya se observaba la llegada del otoño. Las hojas caían, los animales se escondían en un lugar cálido para sobrevivir a esta fría época. Mientras, él observaba, como lo iban dejando solo, y en la quietud del bosque se encontró con sus pensamientos y su recuerdos, que lo único que consiguieron fue acentuar esa sensación de haberse quedado vacío. Tras de sí, el calor del verano, no había dejado más que el sentimiento de la soledad clavándose en su pecho con cada latido.
El era diferente , no destacaba en nada , era callado y solitario , pero detrás de todo eso , él se moría de ganas de compartir y gritarle al resto del mundo , pero ahora él no puede . Esta encerrado en su silencio , deseando gritar , se muere de ganas de vivir. El era como una gota en el cristal de nuestra ventanaen un día lluvioso , lentamente se derrumbaba y nosotros no hacíamos nada .
Sola, vacía, melancólica. Entre la desconfianza y la razón. Sin saber a quién de las dos mirar, me voy perdiendo en mis recuerdos. Recuerdos que intento olvidar, pero que no salen de mi cabeza, que retumban allá por donde pasan, sin dejarme respirar.
Sin querer ato a la razón, dando paso a que sea la desconfianza la que domine mi cuerpo. Mi mundo se va tiñendo de oscuro, de noche, de negro, de miedo. Un vacío se abre dentro de mí, pena, nostalgia, pesar, soledad.
En una esquina, a oscuras mirando al espejo preguntándote; ¿Fue culpa mía o culpa del otro?, Cuánto más lo piensa, más se hecha la culpa en sí mismo, piensas aun más que es inútil, que no sirve para nada, que no se merece esta vida...
Oscuro vacío entre la cabeza y el corazón, entre no saber si confiar o no. No sabes que hacer si quieres ir a por él pero no le vas a encontrar, porque la confianza ya se fue para no volver. Él destacaba en los demás, era diferente, era como un helado de sabor a limón que te hace sentir bien y tener un buen sabor de boca.
Mientras las noches pasan cada minuto piensas que no le vas a volver a ver porque la confianza se perdió por el camino.
El sonido de un viejo reloj de cuco la despierta entre sus sueños. Parpadea a duras penas observando a través de la desgastada y vieja ventana que todavía no ha amanecido. Se levanta intentando no aplastar los tantos objetos que hay allí arriba, guardados acumulando polvo año tras año.Sale del desván con unas lágrimas en los ojos que no puede contener y que nada más salir al jardín se desparraman por sus mejillas.
Se tumba en el suelo, mientras la fría hierba le acaricia la espalda y oye el tímido graznido de un pájaro, que es libre y despreocupado, tal y como ella siempre habría querido ser. Su mente está en blanco, vacía; se intenta esconder pero no puede. Esos recuerdos que la atemorizan cada noche siguen ahí día tras día. Y entonces se levanta y corre hacia el bosque intentando dejar así atrás sus más oscuras pesadillas.
Hundido, bajo la calma de su soledad y la oscuridad de sus pensamientos, pensando lo que hará, ¿Sigo con mi vida?¿ O mejor termino con este dolor?¿Lucho como un campeón o me escondo como un cobarde? en ese silencio que lo más estruendoso que escuchaba eran sus débiles y desconsolados llantos y pensamientos..¿Algún día seré normal?....
Miedo, desamor sientes que se te para la respiración, piensas que tu vida esta hecha pedazos, no tienes a nadie para que te ayude en este mal trago. Ya no tienes a nadie a tu lado, piensas en aquel día, que como siempre era el más normal del mundo, como cualquier día, pero que se convirtió en el peor. Aquella situación que fue un fallo tonto, algo que no pensaste antes de hacer, y vuelve a tu cabeza la idea de morir, pues ya nada vas a hacer tu en esta vida, ya nada pintas aquí. Te suicidas y así el miedo se acaba por fin.
Se acerca una tormenta, las nubes se mueven rápido, cada vez más negras se acumulan a mi alrededor. Entonces comienza a llover, todo está negro, más que la boca del lobo. Aunque se oyen truenos no se ven relámpagos. Estoy solo ante una tormenta que parece que no va a terminar.
Publicar un comentario