30 septiembre 2013

Otro cuento de otoño

Como lo prometido es deuda, si recordáis os contábamos en una entrada anterior: ¡Enhorabuena Aída",  una antigua alumna Aída Junquera Pelaez había ganado un premio con un relato breve titulado "La hoja más bella de todas" pero no podíamos publicarlo por los derechos de los concursos.
Ahora ya podemos compartir con todos vosotros este relato:
 
La hoja más bella de todas
 

Cuando la luz que entraba por el microscópico boquete interrumpió la delicadeza de mi sueño, supe que la tormenta aún no había acaecido. Las verdes praderas, todas ellas,  alfombradas con flores de colores, habían sido sustituidas por el cemento roído que albergaba este lugar, y el olor de libertad y naturaleza, por otro más húmedo, frío y triste. El graznido de las aves que planeaban allá arriba, en el cielo, había quedado eclipsado por el zumbido de la cucaracha transitoria. Lo único que no había cambiado, era aquella hermosa niña de cabellos dorados que aún seguía en mi mente. Desde luego, era la antítesis de dos lugares enfrentados que luchaban por pertenecer a mi vida. Una vida que lentamente estaba siendo destruida por el sufrimiento del paso de los días.
 

Fuente de la imagen: http://www.periosia.blogspot.com
 

29 septiembre 2013

Palabras para un lunes


"Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo. El día que me llegó el ejemplar de Hazlitt, se abrió por una página en la que leí: “Detesto leer libros nuevos.” Y saludé como a un camarada a quienquiera que lo hubiera poseído antes que yo".

Helene Hanff 84, Charing Cross Road

Fotografía de Ana Sánchez


Al igual que a la protagonista de 84, Charing Cross Road, nos gustan las historias que cuentan los libros usados, los libros que ya han pasado por muchas manos... ¿por dónde se abre el que estás leyendo ahora? 


26 septiembre 2013

Un cuento de otoño

Habéis podido leer una poesía referida a esta magnífica época del año, pero ahora nos gustaría acercarnos con una narración breve de un joven autor que publica sus relatos en http://www.misrelatos.es y firma como SENS. Allí podréis encontrar muchos más relatos.
 
En el apartado de autor de su página se define así:
"Dicen que un escritor es alguien que escribe.  Pero alguien que escribe no tiene por qué ser escritor.
 Yo, simplemente, escribo.
 Dicen también que, para quien escribe, lo más importante es ser leído.  Pero ser leído no siempre significa ser entendido.
 Al final, como con todo, lo más importante es transmitir, en este caso con palabras escritas.
En cuanto a mí, soy de Castellón (España), tengo 32 años y escribo no para que mis palabras agraden, sino por necesidad (de contar, de expresar, de sentir, de soñar... quién sabe)."

 

Foto tomada de DibujosWiki.com
OTOÑO
 De los árboles caían pesadas las últimas hojas. Los días se acortaban, como los paseos al atardecer, como las conversaciones a la intemperie cuando dos conocidos se encontraban.
El otoño era la estación que más le gustaba. La única en la que no se sentía solo, sino acompañado por algo tan valioso como la naturaleza. En este lado del mundo todo se ralentizaba, la vida se hacía más pausada, o simplemente, se ocultaba. Y se sentía tan identificado con esta estación, que su vida parecía un perpetuo otoño.
Para muchos triste, melancólico, infeliz... el otoño era para él la mejor época en la que compartir emociones. El ya incipiente frío propiciaba según él la búsqueda de un corazón en el que resguardarse, el más temprano anochecer otorgaba mayor tiempo de oscuridad para derramar lágrimas de felicidad, o para compartir momentos de esos tan especiales.
Puede que para quien lo observara desde la lejanía no existiese sentido a la sonrisa que casi siempre mostraba en esta época. Pero era sincera. Sonreía al recordar a esas personas a las que algún día había amado, aún sin poder. Sonreía al creer que tenían un corazón en el que resguardarse, puede que no tan grande como el suyo, pero seguro más deseado. Más querido.
Pero aun así, sonreía por ellas, pues siempre deseó su felicidad.
Poco a poco caía la noche, el frío arreciaba, apenas quedaba ya nadie en la calle encharcada. Apresuró sus pasos en dirección al albergue, donde con suerte podría comer algo o, al menos, dormir. Si así no fuese, los cartones serían una buena compañía para sobrevivir una noche más en la calle, y soñar en que no eran esos simples envoltorios de objetos, con quizá más sentimientos que muchas personas, quienes lo arropaban.
Mañana sería otro feliz día de otoño.
.- SENS

Queremos agradecer al autor que comparta sus relatos con todos nosotros.

22 septiembre 2013

Palabras para un lunes


De nuevo, la belleza y la melancolía del otoño...


EL otoño se acerca

Fotografía de Rubén García Colsa
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre.

Ángel González Otoños y otras luces

Cambio palabras por historias

Hemos vuelto con ganas, las vacaciones nos han aportado muchas historias diferentes que traemos en nuestra mente, ahora solo nos queda verbalizarlas, contarlas para que otros puedan divertirse, emocionarse, asustarse, intrigarse... y otros tantos sentimientos que producen las palabras.
En 2º de ESO hemos comenzado con una actividad: "Cambio palabras por historias".  Entre todos hemos aportado diferentes palabras referentes a:
  •  tiempo: años, meses, días, horas..
  • espacio: países, ciudades, diferentes edificios...
  • objetos: lo que la imaginación nos ha traído.
  • cualidades: que se puedan dar a cualquier objeto o que nos ha apetecido.
  • acciones: cosas que se pueden hacer...
  • personajes: nombres propios sobre los que contar cosas
Estas son las palabras de 2º B ESO:
 

Y la primera historia creada a partir de esas palabras es la siguiente:

¿Demasiada casualidad?

 Era un caluroso jueves de Junio al mediodía cuando un viejo, Raúl,  escribía sentado en su cama sobre el asesinato de una joven, era su tercer libro. En la novela mataban a Jésica mientras bailaba en una discoteca de Francia. Raúl se sentía frustrado, no conseguía seguir a partir del momento en que la policía descubría su cadáver, al parecer la habían asesinado dándole golpes con un palo, el asesino había sido rápido y silencioso, nadie había visto u oído nada.

Cansado de no avanzar tiró la libreta contra una silla roja y encendió la televisión. Llevaba un tiempo viéndola cuando salió una noticia que le llamó especialmente la atención, habían matado a una chica en una discoteca de Francia, no se parecía en absoluto a la joven que él había descrito, pero también se llamaba Jésica, demasiada casualidad, sin embargo no le había enseñado su libro a nadie. Recogió la libreta y cambio unas cuantas cosas de manera que también hubiera muerto un hombre.

-¡Noticias de última hora!- gritó la reportera de la tele- se ha encontrado a un hombre muerto muy cerca del cadáver de la chica- Rápidamente cambio lo de hombre muerto por hombre inconsciente en su libreta, y eso mismo anunciaron en la tele. Lo que acababa de pasar eran cosas increíbles, tenía que contárselo a la gente, cogió su chaqueta, la libreta y la cartera, ya iba a salir por la puerta cuando vio una nota en el suelo, ponía: “No cuentes nada a nadie, estás jugando con tu vida”. Lo pensó un momento, pero decidió arriesgarse, apagó la lámpara de la habitación y se fue al aeropuerto a coger el primer vuelo a Cascáis. Embarcó, al poco tiempo ya volaba sobre la ciudad, pensó que ya estaba a salvo, pero unas extrañas turbulencias hicieron que el avión se estrellara, no hubo supervivientes, ni se encontraron objetos. ¿Demasiada casualidad?
 

Ainhoa Díez Ruiz 2·B E.S.O

Más historias... las podéis leer  aquí.

20 septiembre 2013

¿Qué traes en la maleta?

Nos fuimos el curso pasado celebrando nuestro Día de la Poesía, compartimos nuestros textos, disfrutamos del día y nos llevamos en la maleta nuestro libro de poesías. Ahora volvemos de nuestras vacaciones y al vaciar la maleta tenemos más poesías que quieren salir y formar parte de otro libro de poesías aunque todavía no las hayamos escrito.
 
ABRIMOS LA MALETA DE POESÍA...
Los alumnos y alumnas de 1º de ESO vamos a jugar con las palabras, con los sentidos, y vamos a dejar volar nuestra imaginación para crear unos textos que nos diviertan. Empezaremos creando un poema llamado LIMERICK.
Un Limerick es un poema de origen anglosajón, sin que se sepa exactamente cómo, cuándo y dónde nació. Unos afirman que lo introdujeron unos soldados franceses  en el pueblo irlandés Limerick. Otra versión dice que la gente de este pueblo, al emborracharse, empezaban a recitar poemas sin sentido: los Limericks. 
La popularidad de los Limerick llegó de la mano de Edgar Lear, aunque él nunca los llamó así. Este escritor tiene dos libros escritos con Limericks: “Book of nonsense” (sin sentido) y “Book of nonsense and more nonsense”. Otros muchos escritores han trabajado también con esta métrica: Thomas Moore, William Shakespeare, Mark Twain,…
La estructura de los limericks es muy sencilla son cinco versos:
 
El inglés tiene una quintilla,
su forma es bastante sencilla:
son cinco versos
los temas perversos.
Con rima al final que te pilla.
 
El tema tiene que ser gracioso, absurdo, que haga reír o cuando menos sonreír, no se trata de poesía romántica esa la dejamos para otro momento.
Para escribirlo, Gianni Rodari nos da unas pautas de lo que debe tratar cada verso:
Verso 1: se define el protagonista.
Verso 2: se indican sus características
Versos 3 y 4 : se expresan las acciones que realiza
Verso 5: se termina de forma extravagante.
 
A continuación vamos a ver unos Limerick de la escritora argentina María Elena Walsh que aparecen en su libro Zoo Loco (1964):
 
Un hipopótamo tan chiquitito
que parezca de lejos un mosquito,
que se pueda hacer upa
y mirarlo con lupa
debe ser un hipopotamito.

Si cualquier día vemos una foca
que junta margaritas con la boca,
que fuma y habla sola
y escribe con la cola,
llamen al doctor: la foca está loca.

En Tucumán vivía una tortuga
viejísima, pero sin una arruga,
porque en toda ocasión
tuvo la precaución
de comer bien planchada la lechuga.
 
 
A continuación podéis leer el primer Limerick de la clase de 1º B de ESO, nos hemos inventado un personaje y entre todos hemos creado este poema:
 
El xingüífalo
 
Un xingüífalo es un animal
que huele muy mal.
Se tira pedos cada dos por tres
y le gusta dormir del revés.
Estar a su lado resulta mortal.
 


19 septiembre 2013

¿Es grave doctor?

El final del verano
foto: Manuel Atienzar
Llega septiembre, y con este mes comienza una nueva etapa de nuestras vidas. Trae el final del verano, de días soleados y baños en la playa. También trae el comienzo de un nuevo curso, para los que comienzan la secundaria lleno de ilusiones y miedos; para los demás la ilusión por el reencuentro con los compañeros y la esperanza de nuevas cosas que hagan el tiempo divertido y más rápido.
Quiero comenzar este curso con un breve cuento de J.J. Millás, autor con el que terminamos el curso pasado, pero creo que el cuento ¿Es grave doctor?, además de ser muy breve y de lectura fácil nos anime para comenzar con ilusión esta nueva etapa, ya que si le encontramos gusto a las cosas que tenemos que hacer, siempre serán más fáciles. Sería estupendo que esta enfermedad de la que dice padecer Juan José Millás fuera contagiosa.

¿ES GRAVE, DOCTOR?

De joven, compartí piso con una chica que lo primero que me dijo fue que le reventaba fregar los cacharros, de manera que me tocó a mí. Al principio me parecía un engorro, creo que porque me empeñaba en terminar en seguida, pero luego le cogí gusto y limpiaba en una hora el mismo número de platos que cualquier persona normal habría liquidado en media. Lo que me gustaba de aquella actividad era que me ponía intelectualmente en marcha. A los diez minutos de estar sacándole brillo a una cacerola de aluminio, las neuronas trababan amistad entre sí y resolvía problemas que en la mesa de trabajo me habrían llevado días. Fregar me ayudaba a entrar en un raro estado de concentración del que obtenía beneficios increíbles. Sin embargo, a mi compañera le sentaba fatal verme disfrutar de ese modo y comenzó a pensar que compartía piso con un depravado.
—¿Pero tú por qué no protestas cuando te toca fregar?
—Porque me gusta.
—No gastes bromas. Cómo te va a gustar.
—Es cierto. El correr del agua y el ver cómo se marcha la porquería de las sartenes por el sumidero me hunde en una especie de éxtasis que me ayuda a reflexionar sobre la existencia.
Al principio pensó que le tomaba el pelo, y luego que era un pervertido. Cuando teníamos invitados y me veía levantarme después de comer para recoger la cocina, la oía murmurar cosas sobre mí. Una vez llevó a su madre, quien tras observarme de arriba abajo me preguntó si era yo ese al que le gustaba fregar.
—Soy uno de ellos —respondí sintiéndome miembro de una secta secreta de fregadores repartidos por el mundo.
Al día siguiente la chica abandonó el piso sin despedirse y tuve que poner un anuncio en los tablones de la Facultad, pues no podía hacer frente yo solo al alquiler. Siempre he preferido vivir con mujeres que con hombres, por lo que solicité una compañera. Vino una estudiante de medicina que lo que no podía soportar de ningún modo era tender la ropa. Yo nunca me había ocupado de eso, pero a las pocas semanas empezó a gustarme y estaba deseando encontrar algo mojado para colgarlo de las cuerdas. Bien es cierto que teníamos un patio interior muy sugerente, y que a mí me apasionaba imaginar las vidas que discurrían al otro lado de las ventanas que se veían desde la nuestra. Al poco, me pasaba la vida tendiendo y mi compañera empezó a sospechar que había ido a caer con un mirón o un psicópata, así que se fue y tuve que poner otro anuncio gracias al que aprendí a cocinar, y así de forma sucesiva.
Evidentemente, tengo una rara capacidad para que acabe gustándome lo que he de hacer por obligación. Ello me ha creado fama de bicho raro entre mis conocidos. También eso me encanta, y lo cultivo, lo mismo que tender la ropa o fregar cacharros. ¿Es grave, doctor?
Juan José Millás

 

15 septiembre 2013

Palabras para un lunes


Toca de nuevo emocionarnos con las palabras...

¡Bienvenidos!

Fotografía de Rubén García Colsa



LA VERDAD DE LA MENTIRA

Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
                -Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.


                                        Ángel González